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Nosotros

Somos una institución educativa con niveles de Preescolar y Primaria, cuyo alumnado no solo es formado en las ciencias y en las artes, sino en los valores y filosofía bíblica. El perfil de egreso de nuestros alumnos muestra excelencia en todas las áreas de su vida y con ello se enaltece el nombre de Dios, pretendiendo de esta forma, influir en el mundo.

Misión

Desarrollar y formar en los alumnos un carácter que los comprometa con la práctica de principios y valores, así como con el desarrollo de sus capacidades, habilidades, actitudes y competencias para la vida; lo anterior dentro de un marco de atención a la vida espiritual, física y socioemocional a través de la interacción con maestros dispuestos al cambio y a la innovación pedagógica, propiciando la vinculación con padres de familia inmersos en el desarrollo de sus hijos.

Visión

Convertirse en una institución educativa, reconocida a nivel nacional por su práctica de principios y valores, así como por su excelencia académica; capaz de formar alumnos competentes y responsables para influir en su entorno, a través de la participación colegiada y comprometida de todos sus actores, haciendo realidad el sueño de padres deseosos por ver el cumplimiento de una vida con propósito en sus hijos.

Principio y valores

Liceo Embajadores del Rey se fundamenta en los siguientes principios y valores: amor, responsabilidad, misericordia, respeto, verdad, justicia, equidad, solidaridad, obediencia, bondad, salud, dominio propio, puntualidad y fe.

embajadores

Un día tuvimos un sueño

Un día tuvimos un sueño, una visión. Miramos a los papás enseñando a sus hijos a vivir la vida cristiana, a amar al Señor, a servirle, cumpliendo con el próposito principal por el cual fuimos creados: adorar a Dios y gozar de Él para siempre. 

Miramos que discernían la manera para que sus hijos fueran felices, sus familias fueran felices, ¡ellos fueran felices! Soñamos que reconocían a Dios en todos sus caminos. Soñamos y nos levantamos y contamos nuestro sueño al Señor, y Él nos dijo: “esa visión, ese sueño yo lo he puesto en su corazón”.

Sabemos que el Señor, el Todopoderoso, produce en nosotros el querer como el hacer por su buena voluntad.

Creímos y eso nos hizo renacer a una esperanza, a un futuro, a una fe. Y nos unimos y trabajamos. Empezamos a ver cómo Él ordenaba todas las cosas, enseñaba todas las cosas, redirigía todas las cosas.

Vimos un amanecer con reformas aquí en Xochimilco, en una escuela, en nuestra casa, en nuestra vida y en nuestro corazón. Porque para Él son todas las cosas, y si vivimos para Él vivimos, y si morimos para Él morimos, sea que vivamos o muramos somos del Señor.

Entendimos como Nehemías, que el Dios de los cielos nos prosperó y nosotros sus siervos nos levantamos y edificamos. Esforzamos nuestras manos para bien, porque la mano de Dios fue buena sobre nosotros. Ese sueño se hizo realidad: "Liceo Embajadores del Rey".

No a nosotros, ¡Oh Jehová! No a nosotros sino a tu nombre da gloria por los niños de Xochimilco, por ellos bendice esta obra grande y extensa que nos has encomendado.

Hemos caminado juntos

¡Oh Dios! El tiempo ha pasado y proseguimos a la meta, Tú has sido un cerco de protección; hemos puesto en tus manos todas las cosas, y se han cumplido nuestros proyectos, pues Tú obras mucho mejor de lo que pedimos y entendemos. Esta empresa educativa ha requerido de oración y solo así se han logrado tareas que quizá para nosotros serían imposibles; hemos hablado contigo, pero también hemos caminado juntos, tu mano nos ha dirigido y nos ha mostrado el camino por el que debemos andar, tus ojos has fijado sobre este colegio.

Nuestra historia se ha forjado a tu lado; no sabemos cuando será el fin de nuestros días, pero sí que Tú nos irás perfeccionando hasta el día de Jesucristo. Queremos seguir siendo un instrumento en tus preciosas manos para formar generaciones que te honren, que cada niño te refleje en su diario vivir; y que siempre te consideren el Dios de su competencia.

Un año más concluye y queremos seguir obedientes a ti, ser sensibles a tu dirección. Bendice a las generaciones que egresan, y con las que inician permite que continuemos en esta obra bondadosa. ¡Gracias Señor Jesús porque has forjado nuestra historia, tu fidelidad ha sido grande!

¡Confirma la obra de nuestras manos!

Todas las cosas nos ayudan a bien

Era marzo del 2020 y creíamos que éramos unos expertos, que la experiencia adquirida nos hacía fuertes, pero nuestro Dios siempre nos sorprende y cuando Él dice: te enseñaré el camino nuevo por el que debes andar, sobre ti fijaré mis ojos, solamente podemos pensar que el Señor es el Dios de nuestra competencia y Él capacita y adiestra nuestras manos para la batalla.

La aparición de una nueva experiencia en nuestra vida: la pandemia de COVID-19, causó una interrogante: ¿Qué vamos a hacer?
Cuando el Señor nos introduce a nuevos caminos, quizás no podemos visualizar cuál va a ser el propósito, pero Él conoce todas las cosas. Desde el sismo de 2017, nuestra institución inició una actualización tecnológica que, al momento de ser recluidos en casa, marcó una total diferencia. El Señor permitió que esta situación difícil obrara para bien. Nuestros alumnos, personal y familia estaban listos, la educación virtual no representó una dificultad.

En este tiempo hemos aprendido a valorar la salud, el cuidado a nuestra familia y el saber comunicarnos de una forma eficaz. Hemos pastoreado el corazón de los alumnos y a través de las clases de valores y de maestros con una personalidad tan hermosa que refleja a Cristo, hemos cautivado a la familia de nuestros alumnos, sus hogares están tan abiertos a cada clase que damos. Dios ha usado estas formas virtuales para cumplir la encomienda de reconciliación con Él, a través del mensaje de amor de Cristo.

Ante situaciones tan inesperadas como lo es esta nueva enfermedad, solo hemos buscado su rostro y nos hemos humillado para que en su misericordia Él sane a nuestro México y podamos volver a las instalaciones de Liceo Embajadores del Rey. No sabemos cuando estaremos nuevamente ahí, pero si sabemos que el Señor tiene un plan y su voluntad es buena, agradable y perfecta; que todo tiene un propósito. Mientras tanto deseamos ser diez veces mejores en todas las áreas de nuestra vida: espiritual, cognitiva, socioemocional y física; crecer como crecía Jesús: en sabiduría, estatura y gracia.

Agradecemos a Dios cada día por la vida y nos entristecemos por los que han partido a la morada eterna. Sabemos que en este mundo tendremos aflicción, pero nuestra confianza y valor están en el que ha vencido a los poderes que gobiernan este mundo.